¿Queda algún hueco para la esperanza?

El pasado día 10 nos reunimos con el Secretario Autonómico de Medio Ambiente Julià Álvaro y el Director General Toni Marzo. Después de más de año y medio desde que nos aconsejaron participar en las juntas rectoras de los Parques no nos habíamos vuelto a reunir. Les sorprendió saber que después de todo ese tiempo todavía estuviéramos luchando por poder participar en todas las juntas, que encontráramos tanta reticencia.

Nuestro planteamiento era claro. Visto que las juntas, cuyo objetivo era convertirse en un paradigma de la participación ciudadana, no están cumpliendo para nada ese objetivo y que más bien empiezan a parecer pequeños reinos de Taifas donde el presidente campa a sus anchas, planteamos una alternativa, un cambio de estrategia.

Tenemos asumido que las cosas van despacio en la administración, aunque cuando urge se dan aire, pero lo que no estamos dispuestos es a que nos hagan perder el tiempo. Los políticos le pasan la patata caliente a los técnicos, los técnicos a las juntas, las juntas crean comisiones y desde estas instancias nos volvían a enviar hacia arriba, hacia las esferas políticas. “El día de la marmota”. 

La reunión la habíamos solicitado justamente por este motivo, queremos una solución, no pretendemos que sea inmediata pero si queremos ver avances. Queremos también la implicación de todos los agentes, tanto políticos como técnicos y gestores. Un compromiso más claro de que se pretende dar solución a un problema evidente de ilegalidad e injusticia, por parte de los que gobiernan y gestionan.

Al parecer, Julià y Marzo se mostraron comprensivos con la situación, ellos mismos admitieron que era urgente y conveniente nuestra incorporación a todas las juntas rectoras y nuestra participación e implicación. Planteamos y aceptaron abordar un cambio de estrategia para avanzar. Concretamente estuvimos hablando sobre el tema de crear una mesa de trabajo para la elaboración del Código de Buenas Prácticas, donde trabajar en profundidad todos los temas, una Mesa donde estuviéramos representados todos los colectivos que hacemos uso de los Parques para buscar una solución que puede servir de referencia en la elaboración de los planes de uso público, y guía para un uso responsable de los entornos naturales, así como regulador de la convivencia entre las personas que compartimos ese espacio.

Admitido ya en este punto, que la bici NO ES UN PROBLEMA MEDIOAMBIENTAL, sino de conflicto de usuarios, nosotros creemos que es otra vía para trabajar. Es una de las líneas de trabajo que ACIMCOVA había iniciado ya hace tiempo y la venía reclamando durante los últimos meses. Nosotros estamos convencidos de que tal conflicto no existe o es mínimo, que entre todos los agentes que participan y disfrutan de la montaña podemos llegar a un consenso y que todos podemos disfrutar de los más nos gusta en convivencia perfecta con los demás.

Por ello estamos esperanzados de que las cosas realmente pueden cambiar y que parece que van por buen camino, aunque nuestra experiencia nos diga lo contrario, no nos engañemos, hace un año pensamos lo mismo.

Debemos dar las gracias por la atención recibida.

Reunio-Julia Alvaro

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